No me conoces,
no he sido el mismo que en ti dragó la espuma y acarreó a Pandora entre tus labios. Escojo, quizás, un esbozo, un concepto a medio tripular o la carcajada inequívoca del mezquino Arlequín. Se me acabaron la violencia y el estribo, el agua, la sal sin estupor. Y de frente a la nada de los esquemas, con el hambre vejada, me rendí. Escogí tenerme siempre anormal, bohemio, seductor, embustero, presuntuoso, amoral. Condensé, en la sangre, mi dual naturaleza, para beberla en otros labios que repudiaran tenerme. Yo te quise a mares abiertos, calentándote las sienes en la gélida premura de tu ausencia. Y te quise, mucho, pero el Alba un día me amarró el ansia al hemisferio boreal. Quemó con frígida rabia el vuelo de mis ojos y el silencio de mis manos en tus senos; y sopló mi cuerpo hasta los huesos, robándome las ganas de ti. Proclamó un solsticio de invierno en mi alma, dibujándome en la garganta un nuevo grito azul. Publicado en Abrazos del Sur (2011)
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Con mucho entusiasmo, les presento a ustedes mi más reciente creación textual: Ha sido ilustrado por Ramón Santos y prologado por Claudia Costagliola. Puedes adquirirlo en el siguiente enlace: http://www.lulu.com/spotlight/antoniosajid
Aquí algunas palabras de mi queridísima amiga Verónica E. Dávila Ellis sobre este proyecto: “ENTRE MI SEXO Y MIS NERVIOS es un paseo por una ciudad gótica, trastocada y travestida como diva de un Hollywood sesentoso. Es un viaje desde el exterior hasta el interior de una multiplicidad de voces que reclaman un cuerpo suspendido en el tiempo. Ese cuerpo textual que se cose y descose en los poemas conducen al lector por un laberinto boscoso, a toparse con la estética “queer” y tropezar con lo “camp” y lo “kitsch”. De fondo, un bolero cortavenas en repetición, anuncia la despedida del mundo real, el mundo heteronormativo. El recorrido es interminable; nunca se deja de reptar por pasadizos cuya ofrenda es la de una identidad fugaz. La fugacidad propicia la transmutación de la carne andrógina. Una vedette es un vampiro es un venado es una deidad. Un sinfín. La sensualidad oscura del verso de Antonio Sajid, su contorno de cursi glamour, hacen de ENTRE MI SEXO Y MIS NERVIOS una lectura tan desconcertante como cautivadora. Sus poemas son galerías por donde el lector puede cavilar y disiparse como los sujetos que lo protagonizan. Es una invitación a adentrarse al agujero del conejo, o si se quiere, al agujero de un cuerpo”. Verónica E. Dávila Ellis ¡Adquiéralo hoy en Lulu.com! New Brunswick, New Jersey
7:30am Aquella gélida mañana transnacional me arropaba la adolescencia: los colores eran otros, las mariposas. Un fiero calor político y sexual, y cientos de palmípedos confundiéndose en el lodo. Si salía el sol, ¡poca gracia sobre esta piel! San Juan se dibujaba en la pared con la misma inquietante insolencia de un beso negro. Frente al espejo, un poeta. Iba a la ciudad. No se puede asesinar a un año lejos del Times Square. Abrí insípidamente mis alas y transité, como transitan los alambres de acero que alimentan el aire. Habría afilado los hierros porque esta vez sí desgarraría la puta noche. Y me despediría simultáneamente del tiempo de otoño. La ineludible garganta de tu ausencia me lastimaba el costado septentrional. Pero llegué como quiera. Publicado en Abrazos del Sur (2012) |
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