Mis libros Entre mi sexo y mis nervios y Efímeras instancias están disponibles en amazon.
¡Adquiérelos hoy!
0 Comments
Cámara mortuoria Tomamos café: El último. Habiendo dejado a mami alegremente desayunada, se fue a bañar para salir. Trabajaba. Cuando salió del baño, a penas en ropa interior, llegó hasta la sala para pedirme que lo llevara al hospital. Como una bala, agarré la cartera, las llaves. Las instrucciones cambiaron: ”Llama al 911, me duele mucho el pecho”. Solté la cartera, las llaves. Agarré el teléfono, marqué. De un puño en nuestra puerta, desperté a mi esposo: "Papi está infartando." Me lo sostuvo mientras llamaba. Papi no encontraba como sentarse o pararse, o caminar o volar. El dolor era tan fuerte. Tan fuerte. Cuelgo. Lo agarro. Mientras les indicaba qué hacer a Carlos y a mi hermano , se desplomó en mis brazos. Se ahogaba. Los paramédicos llegaron rápidamente. Lo cargamos. No hallaban presión arterial. Luchaba. Casi no dejó ponerse el suero. Camino al hospital, observé al paramédico asustarse. Miraba la máquina de signos vitales. Empezamos los dos a moverlo, a pedirle que aguantara, que era toro (le decía yo) que faltaba solamente una cuadra. Ayudé a llevarlo hasta la sala en donde lo acogieron no sé cuántos ángeles. Me sentaron en una silla a esperar como quien espera a la espera. Sentí un alivio extraño, de luto digamos. Había llegado al hospital sin signos vitales. Murió. Sístole sin diástole Me llevo una maleta cargada de objetos aleatorios. Se quedan el sístole y el diástole. Me esperan un par de ojos y dos ramos de largas pestañas. Y una deuda de abrazos por cobrar. Altar Mayor Al pie de la Cruz, descansarán los lentes de mi padre. La Virgen que él le comprara a Carlos dos días antes de morir será su celadora. Y el pequeño pesebre mexicano que nos regaló Efraín la acompañará en su encomienda. Me vio nacer, lo vi morir. Perfecta fue la sincronía. Descansa en paz: Eres libre. |
El intertexto en SpotifyCategories
All
Archives
April 2024
|